Salmos 119:161-168
“… mi corazón tuvo temor de tus palabras.”
Salmos 119:161-168
Salmos 119:161-168
La instrucción de la Segunda Venida de Cristo nos es dada para que vivamos diligentes ante esta verdad, y cada creyente deberá responder ante el Señor sobre esa responsabilidad.
No debemos dudar del poder de Dios y del poder de la oración cuando alguien no sea sanado, a pesar de la incansable rogativa. Lo que debemos hacer es confiar en Su sabiduría y bondad.