Estudio de Salmos

Oración pidiendo victoria

¿En quién o en qué confía usted para sus planes? ¿Está su esperanza puesta en lo que tiene a su alrededor, en sus propias habilidades, en su conocimiento, o en Dios? David nos recuerda que Dios puede defendernos en los conflictos (v. 1); Él nos puede ayudarnos y sostenernos (v. 2); puede oírnos y obrar en favor de nuestra necesidad (v. 4, 5); y, sobre todo, Él es Quien nos salva y nos da vida eterna (v. 6, 9). Nunca olvidemos, nuestra esperanza debe estar puesta solo en Dios, y en nada más (v. 7, 8).

Viviendo la Misión de Dios

¿Eres un Cristiano Silencioso?

Todos podemos convertirnos en fervientes evangelizadores si nos proponemos.

Estudio de Salmos

Las obras y la palabra de Dios

Si contemplamos por un momento la creación, fácilmente hallaríamos la sabiduría de Dios para crear cada cosa con tanto detalle. Si podemos considerar la pureza de lo creado, lo grandioso de lo existente, y el poder con el que fue llamado a existencia todo de la nada, podremos ver Su poder. Y si todo lo creado fue hecho por medio del poder de Su Palabra (Gn 1:3), ¿por qué entonces no considerar con mayor valor la Biblia que tiene ese mismo poder y está llena de la misma sabiduría, bondad, justicia y santidad de Dios?

Vida de Oración

¡Sí puede mucho!

¿Cuánto puede lograr una oración ferviente y eficaz? Esa es una de las respuestas que solamente lo sabremos personalmente cuando experimentemos el poder de Dios obrando en favor de esa oración.

Vida de Oración

En busca de sanidad

No debemos dudar del poder de Dios y del poder de la oración cuando alguien no sea sanado, a pesar de la incansable rogativa. Lo que debemos hacer es confiar en Su sabiduría y bondad.

Conociendo a Jesús

Jesús, el Dios Perdonador

Jesucristo, como Dios, tiene el poder para perdonar, y como Hombre, alineo Su voluntad a Su deidad.

Vida de Oración

Influenciado por el Espíritu

Para que podamos orar influenciados por el poder del Espíritu, no solo debemos de nacer de nuevo, sino que también debemos vivir en comunión y obediencia con Dios. Si nuestra vida de oración no es la que debe ser, entonces el problema siempre será espiritual.