Jesucristo quiere ser su Pastor si usted todavía no lo ha aceptado aún como su Salvador. Recuerde que Él ya Su vida dio por usted, pida perdón por sus pecados, escuche Su voz que hoy lo está llamando, y con confianza entre en el redil del Buen Pastor.
Etiqueta: Confianza
Oración pidiendo victoria
¿En quién o en qué confía usted para sus planes? ¿Está su esperanza puesta en lo que tiene a su alrededor, en sus propias habilidades, en su conocimiento, o en Dios? David nos recuerda que Dios puede defendernos en los conflictos (v. 1); Él nos puede ayudarnos y sostenernos (v. 2); puede oírnos y obrar en favor de nuestra necesidad (v. 4, 5); y, sobre todo, Él es Quien nos salva y nos da vida eterna (v. 6, 9). Nunca olvidemos, nuestra esperanza debe estar puesta solo en Dios, y en nada más (v. 7, 8).
Acción de gracias por la victoria
¿Qué le está afectando este momento? ¿Qué tan cerca cree usted que está su derrota? Si usted está esperando en Dios, no pierda su esperanza, confíe en Él, ore y espere, siga obedeciendo y confíe en Su Palabra (Sal 18:20-23, 30), que Dios llegará pronto rescatarle “de las muchas aguas” o de “poderoso enemigo” (Sal 18:16, 17).
Oración de confianza en Dios
La presencia de Dios y nuestra confianza que Él vela por nuestra vida y nos escucha en medio de la angustia es lo que llena nuestra vida de verdadero y profundo gozo (Sal 4:7); el Señor es Quien nos traerá luz de justicia (Sal 4:6), y esa esperanza nos permitirá acostarnos y dormir en paz, pues Su Persona nos hace “vivir confiado” (Sal 4:8).
¡Sí puede mucho!
¿Cuánto puede lograr una oración ferviente y eficaz? Esa es una de las respuestas que solamente lo sabremos personalmente cuando experimentemos el poder de Dios obrando en favor de esa oración.
En busca de sanidad
No debemos dudar del poder de Dios y del poder de la oración cuando alguien no sea sanado, a pesar de la incansable rogativa. Lo que debemos hacer es confiar en Su sabiduría y bondad.
Ahora tenemos acceso
Antes se necesitaba de un sacerdote para que interceda por nosotros, y más por nuestros pecados; ahora Cristo, nuestro Sumo Sacerdote según la orden de Melquisedec, está a la derecha del Padre intercediendo por todos aquellos que han puesto su fe en Él (He 10:21; 5:14-16; 7:1-3, 11-19).
Todo estará bien
El creyente debe enfrentar con valor y confianza las dificultades para poder salir de ellas victorioso.