Estudio de Salmos

Mi alma tiene sed de Dios

Así como el ciervo busca agua para calmar su sed (v. 1), nuestra mejor decisión en medio de esos desiertos de la vida será buscar a Dios, quien, como en la Peña de Horeb (Éx 17:1-7), puede sacar agua de la roca para bendecirnos, y refrescar nuestro abatido corazón.