Principios para el Líder

Principios para el Líder VI – CUIDADO PASTORAL



Colosenses 1:3, 4, 9-11

Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, […] Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad.”

En una empresa de producción de alimentos de origen animal, el presidente de la compañía, e hijo del fundador de la misma, decidió basar la empresa en principios bíblicos para un debido desempeño de la misma, con el fin de seguir las buenas y provechosas ordenanzas que la Palabra de Dios tiene: Honestidad, respeto, cuidado, honrar a Dios a través del trabajo, etc. Entre esos principios, decidió hacer algo por velar por la salud emocional y espiritual de quienes trabajan ahí.

Más de 100 mil trabajadores de su empresa tienen cobertura pastoral por medio de un programa de capellanía (cerca de 100 capellanes). El fin de este programa es prestar atención emocional y espiritual a cada trabajador para ayudarles a enfrentar los problemas diarios de la vida. Los capellanes no están ahí para establecer iglesias u algo parecido, pero sí para proveer cuidado pastoral a cada trabajador. Los capellanes oran por los trabajadores, proveen consejos basados en principios bíblicos, etc. Si hay algo que se debe velar por quienes están bajo nuestro liderazgo es su vida espiritual.

Pablo no había estado nunca en Colosas (Col 2:1), al contrario, solo había escuchado de su fe (Col 1:4); pero su preocupación lo llevaba a orar por ellos “siempre” (Col 1:3). Pedía a Dios para que lleguen a ser “llenos del conocimiento” de la Palabra de Dios (“su voluntad”Col 1:9; Comp. Col 3:16), para que anden “como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.” (Col 1:10)

El fundador de la iglesia en Colosas fue Epafras (Col 1:5-7), pero Pablo pudo haber participado indirectamente de la obra, mientras ministraba por tres años en Éfeso (Hch 19). Pablo nos da una muestra de interés general de los creyentes, velando en oración, anhelando su crecimiento espiritual. Para asegurarse de que ellos sepan de esa preocupación, y para edificarlos, les escribe esta carta animándolos y alimentándolos espiritualmente.

Tal vez no podamos trabajar directamente en la vida espiritual de quienes estén a nuestro alrededor por diferentes motivos, pero eso no nos quita la responsabilidad de orar por ellos, por su vida familiar, espiritual y laboral. Tal vez no podamos hablarles directamente de Cristo, pero es nuestro deber orar para que ellos sean salvos. ¿Qué podría hacer usted para ayudar a la vida espiritual de quienes están a su alrededor?

En casa, cada uno de nosotros tenemos una obligación ante Dios de velar por la salud espiritual de nuestra familia, esto es responsabilidad principal de líder (el padre), pero los demás debemos también participar.

«Los hombres grandes son aquellos que entienden que lo espiritual es más poderoso que cualquier fuerza material» – Anónimo

1 Samuel 12:23

“Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros…”

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