Una Iglesia en Acción

10 – Un creyente con confianza y valor



Hechos 4:23-31

23 Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. 24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; 25 que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? 26 Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo. 27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, 28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. 29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30 mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. 31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.”

Introducción:

  • ¿Alguna vez se ha sentido amenazado por alguien con autoridad o poder superior, y cómo se ha sentido ante ello?
  • ¿Cuál sería su reacción cuando su vida se encuentra bajo amenaza y tendría que usted seguir adelante sabiendo que es lo correcto, aunque eso sea la posible causa de su muerte?
  • ¿Cómo cree que se sentiría Pablo ante la amenaza de muerte cuando quiso predicar en Jerusalén en Hechos 23?

Seguramente Pablo se sentía chasqueado y desanimado mientras estaba en la prisión, en Jerusalén. Había venido a Jerusalén lleno del deseo de dar testimonio a los judíos; pero en cambio estaba en la prisión, adolorido de cuerpo y oprimido de espíritu, por el odio de su propio pueblo.

El Señor lo anima: (1) con su presencia, y (2) con su palabra de consuelo: También tenía que ir a Roma a dar testimonio del Señor.[1]

Proposición:

La terea de predicar el evangelio no siempre es sencilla, pues muchas veces es difícil y riesgosa, pero la confianza en Dios nos da valor para hacerlo con determinación.

  1. El recuento de la experiencia de liberación. 23
  1. La alabanza por la experiencia de liberación. 24-28
  1. Por el Poder de Dios.
  • Por la Omnisciencia de Dios.
  • Por el Designio soberano de Dios.
  1. La oración para una constante liberación. 29-30
  1. Piden valor para predicar.
  • Piden que siga obrando para aceptación de la autoridad recibida.

Comparar con Mateo 10:5-8; 16-25; Lucas 10:1-12; 21-24; Marcos 16:14-20

  1. La manifestación en favor de la liberación. 31
  1. Fueron llenos del Espíritu Santo.
  • Tuvieron confianza y valor para predicar.

[1] Lerı́n, A. (2000). 500 ilustraciones (p. 234). Casa Bautista de Publicaciones.

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