Una Iglesia en Acción

La introducción a los Hechos de los Apóstoles



Hechos 1:1-3

“En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.”

Apropiadamente se ha declarado que este libro es como una continuación de los Evangelios y un preludio a las Epístolas. En realidad, los Evangelios concluyen su narración con la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo. Y, a su vez, las Epístolas suponen ahora formadas unas congregaciones cristianas a las que van dirigidas. Por tanto, para llenar esa laguna intermedia entre Evangelios y Epístolas (paulinas y generales), refiriéndonos a la expansión del movimiento cristiano a partir de la ascensión del Señor, se encuentra el libro de Los Hechos.[1]

  1. Detalles previos del Evangelio de Lucas. (Lc 1:1-4)
  1. El destinatario.
  1. Era una persona conocida por Lucas.
  1. Era una persona de alto nivel sociopolítico.
  • La fecha.

Más o menos en el año 60 después de Cristo.

  • El propósito.
  1. Ya había posiblemente varios escritos previos.
  1. Ya Lucas y Teófilo habían sido enseñados.
  1. Aún había testigos de todo lo sucedido.
  1. Se realizó un estudio exhaustivo.
  • Poder ayudar a confirmar a Teófilo lo aprendido.
  • Detalle continuo del Libro de los Hechos. (Hch 1:1-3)
  1. El destinatario.
  • La fecha.

No está muy clara, puesto que algunos piensan que se dio durante el encarcelamiento de Pablo en Roma, otros piensan que fue realizado después de la destrucción de Jerusalén el en año 70.

  • El propósito.
  1. El primer tratado se enfocó en el ministerio de Jesús desde su nacimiento hasta su muerte.

Es menester hacer notar en el v. 1 la expresión con que Lucas caracteriza el primer relato (el Evangelio de Lucas): … todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar. Lucas indica que Jesús, además de su enseñanza, mostró el ejemplo de su vida. El tercer Evangelio, más que para proveer información histórica, está para nuestra edificación. En griego hay que dar pleno valor al verbo “comenzar”. Jesús comenzó a hacer y a enseñar, una locución que se interpreta como si Lucas quisiera decir que el ministerio público de Jesús no era sino principio de su obra, cuya continuación ahora va a narrar él en Los Hechos. De hecho, podemos concluir que la obra de los apóstoles se presenta como continuación y complemento de la de Jesús. Podemos decir que la afirmación de las verdades que encontramos en el NT representa la consecuencia inevitable de la predicación del evangelio de Jesucristo.[2]

  1. El segundo tratado se relacionó con la partida de Jesús, su tarea encomendada y obediencia de los discípulos.

Notamos la mención que Lucas hace del Espíritu Santo al referirse a los mandamientos que Jesús da a los apóstoles. El griego permite que la frase por el Espíritu Santo (v. 2) pueda referirse también a la elección de los apóstoles. Pudiera ser que Lucas se refiera a las dos cosas, mandamientos y elección, hechas ambas por Jesús, movido por el Espíritu Santo. Cuando Lucas habla de que Jesús da esos mandamientos por el Espíritu Santo, continúa la norma que sigue en el Evangelio de Lucas, donde muestra inspiración especial en hacer destacar la intervención del Espíritu Santo: en la concepción de Jesús (Luc. 1:15, 35, 67), en la presentación de éste en el templo (Luc. 2:25–27) y cuando realiza las actividades de su ministerio público (Luc. 4:1, 14, 18; 10:21; 11:13). Es obvio, entonces, que también ahora lo sigue haciendo por el Espíritu Santo. También es obvio que el Espíritu Santo no llegó por primera vez en el día de Petecostés.[3]

El v. 3 hace hincapié en el hecho de que por cuarenta días Jesús se hizo visible a sus apóstoles y les dio pruebas indubitables de que él estaba vivo entre ellos. Durante esos días les hablaba acerca del reino de Dios, dándole forma y declarando su carácter y su objeto. Jesús, pues, estaba personal y responsablemente unido con el movimiento cristiano tanto antes como después de su muerte.[4]

También el Libro de los Hechos nos da varios detalles que son importantes:

  • Es un Manual para las Misiones.
  • Es una enseñanza del poder para testificar.
  • Hace referencia más a la obra del Espíritu Santo que la misma obra de los apóstoles.

[1] Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. . (1993–). Comentario bı́blico mundo hispano Hechos (1. ed., pp. 40–41). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

[2] Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. . (1993–). Comentario bı́blico mundo hispano Hechos (1. ed., pp. 40–41). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

[3] Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. . (1993–). Comentario bı́blico mundo hispano Hechos (1. ed., pp. 40–42). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

[4] Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. . (1993–). Comentario bı́blico mundo hispano Hechos (1. ed., p. 42). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

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