Edificando Nuestro Carácter

¿Por qué necesitamos de la unidad?


Efesios 4:1-6; Juan 17:20-23

Efesios 4:1-6
“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”

Introducción:

  • Las divisiones son generadas por polarizaciones personales, y que muchas veces parecen irreconciliables, pero si pueden evitarse en muchos casos.
  • Muchas de las divisiones en la Iglesia son no por la parte doctrinal, sino por la forma de llevar la misma iglesia.
  • Cuando el pecado está presente en una o las dos partes de la polémica, siempre habrá división.
  • La historia de Esaú y Jacob en Génesis. (Capítulos 25-34)
  • El pasaje de 1 Corintios, los primeros tres capítulos.

Proposición:

Todo creyente debe buscar y fomentar la unidad que trae armonía y estabilidad, reflejo del Carácter de nuestro Trino Dios.

  1. Varios conceptos sobre la Unidad.

Propiedad que tienen las cosas de no poder dividirse ni fragmentarse sin alterarse o destruirse[1]

Uniformidad, semejanza o igualdad que existe en las características de los distintos elementos de un conjunto[2]

Unión, acuerdo o coincidencia de varias personas o grupos en torno a una opinión, propósito, interés, etc.[3]

  • Los propósitos de la Unidad.
  1. Puede ayudar a fortalecer a un grupo al sumar la capacidad de cada participante del grupo.
  • Permite establecer una norma que ayuda a todos a seguir una misma meta.
  • Promociona la armonía entre todos los miembros del grupo.
  • Las esencias de la Unidad.
  1. La unidad es una característica de nuestra posición como salvos. Ef. 4:1
  • La unidad es una característica de nuestra unión con el Espíritu. Ef. 4:3
  • La unidad es una característica de nuestra participación como Cuerpo de Cristo. Ef. 4:4; 1 Co. 12:12-14, 20
  • Los requerimientos para la Unidad.
  1. Un carácter humilde y manso. Ef. 4:2a
  • Un carácter paciente y perdonador. Ef. 4:2b
  • Un amor que sobrepase toda división. Ef. 4:2c; Fil. 2:2; Col. 3:14
  • Una decisión pronta de hacerlo siempre. Ef. 4:1, 3a
  • Un deseo constante de mantener la paz. Ef. 4:3b
  • Una doctrina firme y común que no divida. Ef. 4:5
  • Una identidad común en Dios y Padre. Ef. 4:6
  • El deseo Divino de la Unidad. Jn. 17:20-23

Jua 17:20-23
“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.”

Conclusión: (John MacArthur – Los Pilares del Carácter Cristiano)[4]

Satanás utiliza la pecaminosidad de los creyentes para promover la desunión dentro de la iglesia. Cuando dos o más personas insisten en hacer las cosas a su manera, las prioridades individuales a la postre entrarán en conflicto, y resultarán en discusiones. La unidad de la iglesia no puede existir en manera alguna su las metas, propósitos e ideales de sus miembros son impulsados por motivos personales.

Tal desunión contenciosa entre los cristianos puede causar toda clase de daños. Dios es ofendido y deshonrado, la iglesia es desacreditada y desmoralizada y el mundo es desilusionado y afirmado en su incredulidad. Esos resultados negativos no son dignos del precio que la iglesia tiene que pagar para que unos pocos creyentes arrogantes puedan satisfacer su ego. Es imperativo preservar la unidad.


[1] Cayuela, N. L., ed. (1997). En Diccionario general de la lengua española Vox. VOX.

[2] Cayuela, N. L., ed. (1997). En Diccionario general de la lengua española Vox. VOX.

[3] Cayuela, N. L., ed. (1997). En Diccionario general de la lengua española Vox. VOX.

[4] MacArthur, John. (2005). Los pilares del carácter cristiano (pp. 61-62). Editorial Portavoz


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