Filipenses 2:1-11
Filipenses 2:1-11
“Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
Introducción:
- Hay un concepto que el mundo nos enseña mal y del cual tenemos que alejarnos, y este es la humildad.
- La humildad muchas veces es rechazada porque para muchos es símbolo de debilidad o inferioridad.
- Existe una diferencia entre la humillación como concepto humano y como principio bíblico que se debe diferenciar.
Proposición:
El identificar y reconocer abiertamente la realidad de la verdadera condición de nuestra vida siempre nos traerá el beneficio de la libertad y la bendición, y eso sólo se logra con la humildad.
- ¿Qué es la humildad?
Según la RAE, la humildad es “la virtud que consiste en conocer las propias limitaciones y debilidades y actuar de acuerdo a tal conocimiento”.
Según un concepto bíblico, la humildad es “aquella actitud que reconoce el propio lugar bajo la condición de criatura de Dios, opuesta a la presunción, afectación u orgullo. La persona humilde reconoce su dependencia de Dios, no busca el dominio sobre sus semejantes, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo.”[1]
- ¿Cuál es la diferencia entre la humillación social y la bíblica?
Aunque en forma general la humillación tiene como concepto (entre varios de ellos) el “hacer actos de humildad” como definición correcta, lo cierto es que se tiene a la humillación más como el acto de “herir el amor propio o la dignidad de alguien”.
Pero el concepto bíblico positivo de humillación nos dice que “la persona que se coloca a sí misma en una actitud de no exigir los merecimientos que le corresponden, o que renuncia a ellos por amor a otras personas, ejecuta el acto de humillarse.”[2]
En cambio, el concepto bíblico negativo de la humillación es el acto de Dios por medio del cual Él obra para llevar al hombre a reconocer su realidad y darse cuenta de que se había enaltecido sin razón justificada y que estaba mal. (Mal. 4:1)
- ¿Por qué la soberbia o el orgullo son malos?
- Porque es una característica del maligno. Ez. 28:11-19
- Porque es una característica de nuestra pecaminosidad. Pr. 21:4
- Porque nos impide ver nuestra pecaminosidad. Sal. 36:1-4
- Porque atrae a nuestra vida destrucción. Pr. 16:18
- ¿Es la humildad un requisito de la vida cristiana?
- Es necesaria para la salvación.
- Cristo se humilló para salvarnos. Fil. 2:5-8
- Nos permite ver nuestra necesidad de salvación. Lc. 23:39-43
- Es necesaria para una relación correcta con Dios. Pr. 3:33-34; Stg. 4:6
- Es necesaria para una relación correcta con las personas. Fil. 2:1-5; 1 Co. 9:19-23
- Es necesaria para buscar la ayuda de Dios y los demás. Lc. 7:1-10
- Es necesaria para mantener una vida piadosa. 2 Co. 12:7-9
- Es necesaria para una vida bienaventurada. Mt. 5:1-12; Stg. 4:10; 1 P. 5:5-6
[1] Ventura, S. V. (1985). En Nuevo diccionario biblico ilustrado (pp. 510-511). Editorial CLIE.
[2] Lockward, A. (1999). En Nuevo diccionario de la Biblia (p. 500). Editorial Unilit.