Gálatas 4:1-7
“Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; 2 sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. 3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. 4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! 7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.”
Introducción:
- El tutor legal y el divorcio.
- El sentido de falta de pertenencia.
Proposición:
Cuando Cristo nos libra de la esclavitud de ley nos brinda una condición superior, única y eterna.
- Antes de Cristo no había gran diferencia. 1-3
- El simbolismo del heredero.
- El simbolismo de los administradores.
- Cuando vino Cristo se marcó la diferencia. 4a
- Cristo era la diferencia. 4b
- Es el Hijo de Dios.
- Es el Hijo de hombre.
- Es el que cumplió con la Ley con perfección.
Jn. 8:46; 2 Co. 5:21; He. 4:15; 7:26; 1 P. 2:22; 1 Jn. 3:5[1]
- Después de Cristo se quedó la diferencia. 5-7
- Cristo nos redimió la esclavitud de la ley.
- Cristo nos otorgó la adopción.
- Cristo nos brindó una relación.
- Cristo nos dio una nueva condición.
[1] MacArthur, J. (1997). Biblia de Estudio MacArthur (Gl 4:4). Nashville, TN: Thomas Nelson.