Gálatas 3:19-29
“19 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador. 20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. 21 ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. 22 Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes. 23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. 24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.”
Introducción:
- Para poder comprender mejor la diferencia entre la salvación por fe venida por la promesa y la imposibilidad de salvación hallada en la Ley, debemos entender el propósito de la Ley.
- La Ley, como vamos a estudiar, tuvo un propósito y un tiempo de acción.
Proposición:
La Ley tenía el propósito de ponernos frente a Cristo para que miremos nuestro pecado y comprendamos que necesitamos de Él para ser perdonados y salvados.
- La Ley fue añadida. (v. 19)
- Para manifestar nuestros pecados.
- Por un propósito temporal.
- Fue entregada por ángeles.
- Fue entregada a Moisés.
- La Ley necesitaba de dos partes. (v. 20)
- La Ley no otorga vida. (v. 21-22)
- La Ley nos tenía limitados y sin esperanza. (v. 23)
- La Ley tenía a todos bajo custodia. (v. 24)
- La Ley tenía un tiempo de acción. (v. 25)
- Lo que la Ley no podía otorgar.
- Nuestra adopción vino por fe. (v. 26)
- Nuestra relación con Cristo vino por fe. (v. 27a)
- Nuestra identidad en Cristo vino por fe. (v. 27b)
- Nuestra comunión con creyentes vino por fe. (v. 28)
- Nuestra relación con Abraham vino por fe. (v. 29a)
- Nuestra heredad de la promesa vino por fe. (v. 29b)