Excelencias de La Ley de Dios

Bienaventurados los perfectos de camino

Salmos 119:1-8

“Bienaventurados los perfectos de camino,
    Los que andan en la ley de Jehová.

Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;

Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.

Tú encargaste
Que sean muy guardados tus mandamientos.

¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos
Para guardar tus estatutos!

Entonces no sería yo avergonzado,
Cuando atendiese a todos tus mandamientos.

Te alabaré con rectitud de corazón
Cuando aprendiere tus justos juicios.

Tus estatutos guardaré;
No me dejes enteramente.”

La felicidad, un bien pocas veces alcanzado por muchos que vivimos en un mundo caído, pero que cuando está ante nosotros, nos deja bellos recuerdos. Sabiendo que la felicidad absoluta no se puede alcanzar en esta vida, ya que estamos expuestos a muchos factores que alteran lamentablemente nuestras vidas con eventos tristes, dolorosos, y hasta trágicos; la felicidad en gran grado sí puede ser alcanzada.

La Biblia sí nos exhorta a buscar una vida feliz, lo cual, en gran término sí es posible. El salmista nos dice que se puede encontrar la bienaventuranza o la felicidad, pero no desde el punto de vista del mundo, pero sí desde la perspectiva de Dios.

La palabra “bienaventurados” comunica, entre otras cosas, felicidad y/o prosperidad como un favor recibido por parte de alguien superior; y son “los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová” quienes llegan a ser “bienaventurados” (v. 1).

Ahora, la bienaventuranza, según este pasaje, no viene de experiencias agradables como un día bonito, una expresión de cariño de alguien, etc., no en ese sentido. La bienaventuranza viene de la vida santa, de aquellos que “guardan sus testimonios, y con todo el corazón lo buscan” (v. 2).

Si queremos recibir el favor de nuestro Dios debemos andar en obediencia, siguiendo Su voluntad constantemente. No solo que esto nos llena de favores, sino que nos aleja de aquello que nos destruye: del pecado y la desobediencia.

El versículo 3 nos dice que los que siguen “sus caminos” no hacen pecado, y a causa de ello no serán avergonzados cuando sean hallados faltos o cuando las consecuencias de sus pecados les afecte (v. 6).

Este pasaje también nos alienta a aprender de los “justos juicios” de Dios para que podamos alabarle a Él con un corazón recto (v. 7). El pecado siempre nos aleja de Dios y nos pone en distanciamiento espiritual con Él, pero cuando seguimos sus mandamientos, entonces podemos entrar ante Su presencia con manos limpias y podemos alabarle con plenitud. Esos momentos son realmente de gran regocijo.

Es por ello que el salmista anhela que sean “ordenados” sus “caminos” para poder “guardar” los “estatutos” de Dios , y para ello le pide al Señor que le ayude a no alejarse de Él (v. 8).

La felicidad bíblica solamente se la encuentra cuando caminamos con Dios en obediencia y recibimos de Sus favores por misericordia. Aún, cuando una persona enfrente dificultades, cuando camina bajo la presencia de Dios y le sigue, siempre encontrará que será hallado bienaventurado.

¿Está siguiendo a Dios hoy?


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