1 TESALONICENSES

Viviendo en la abundancia del carácter piadoso

1 Tesalonicenses 4:1-12

“Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo. Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros; 10 y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más; 11 y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, 12 a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.”

Introducción:

  • ¿Alguna vez ha derramado algo de forma extravagante?
  • ¿Cuándo sintió que su vida manifestaba plenamente el carácter de Cristo de forma continua y creciente?
  • ¿Cuán contento está con su vida espiritual y su santidad?
  • ¿Qué le detiene el crecer más y más como Cristo? O ¿Desde hace qué tiempo atrás que no ha habido cambios significativos y progresivos en su vida espiritual?

Proposición:

Así como el niño crece de forma constante hasta la madurez plena de su cuerpo, todo creyente debe anhelar crecer constantemente en el carácter de Cristo.

Definamos la palabra “abundéis”:

Viene de la palabra griega perisseuo (περισσεύω, 4052), que quiere decir superabundar (en cantidad o calidad), haber en exceso, ser superfluo; también hacer superabundar o sobresalir:—abundancia, abundar, aumentar, crecer.[1] En forma general se podría decir: ser abundantemente suplido, abundar en algo, como beneficios materiales (Lc 12.15; Flp 4.18); en cuanto a dones espirituales (1 Co 14.12), o ser preeminente, sobresalir, ser moralmente mejor, en lo que respecta a participar de ciertas viandas (1 Co 8.8: «seremos más»); abundar en esperanza (Ro 15.13); la obra del Señor (1 Co 15.58); fe y gracia (2 Co 8.7); acción de gracias (Col 2.7); andar de forma que agrade a Dios (Flp 1.9; 1 Ts 4.1,10); de la justicia (Mt 5.20); del evangelio, en cuanto a ministración de justicia (2 Co 3.9: «abundará»).[2]

  1. La exhortación. 1 Ts. 4:1a
  • La conveniencia. 1 Ts. 4:1b
  • La instrucción. 1 Ts. 4:2
  • La voluntad divina. 1 Ts. 4:3a
  • La santificación. 1 Ts. 4:3b-8
  1. Pecados sexuales. 1 Ts. 4:3c-5

SKEUOS, la palabra griega que se traduce “esposa” significa “vaso”, y por lo general se ofrecen dos interpretaciones al respecto. El término puede significar 1) 1) la esposa (cp. Rt. 4:10 en la Septuaginta; 1 P. 3:7) que uno adquiere, o 2) el cuerpo (2 Co. 4:7; 2 Ti. 2:21) que uno posee. El segundo significado es el más plausible en este contexto porque: 1) en 1 Pedro 3:7 se utiliza la palabra solo en sentido comparativo (“vaso más frágil”), en cambio aquí alude a la humanidad en general y no a uno de sus géneros (p. ej. el femenino); 2) el hecho de estar casado no garantiza la pureza sexual; 3) Pablo desdiría lo que enseñó en 1 Corintios 7 acerca de los méritos superlativos de la soltería (cp. 7:8, 9) y 4) si se toma en el sentido de “adquirir una esposa”, Pablo habría hablado solo a los hombres e ignorado por completo a las mujeres en la instrucción vital de cómo los creyentes deben mantenerse puros. Por lo tanto, la traducción que se prefiere es “sepa tener su propio cuerpo”.[3]

El programa cristiano es que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santidad y honor. La palabra vaso en este versículo puede significar una esposa, o puede significar el propio cuerpo del hombre. Se emplea de una esposa en 1 Pedro 3:7 y del cuerpo en 2 Corintios 4:7.

La versión RVR lo traduce como esposa: «Que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor».

La V.M. adopta la postura de que se hace referencia al propio cuerpo: «Que cada uno de vosotros sepa señorearse de su propio cuerpo, en santificación y honra».

Si permitimos que decida el contexto, entonces vaso se refiere a la esposa del hombre. La enseñanza es que cada hombre debería tratar de una manera honrosa y decente a su mujer, y no rebajarse a ninguna forma de infidelidad matrimonial. Esto refuerza la monogamia como voluntad de Dios para la humanidad (véase también 1 Co. 7:2).[4]

  • La ofensa. 1 Ts. 4:6a
  • El engaño. 1 Ts. 4:6b
  • El riesgo. 1 Ts. 4:7-8

1 Ts. 4:3-8 (NTV):La voluntad de Dios es que sean santos, entonces aléjense de todo pecado sexual. Como resultado cada uno controlará su propio cuerpo[a] y vivirá en santidad y honor, no en pasiones sensuales como viven los paganos, que no conocen a Dios ni sus caminos. Nunca hagan daño ni engañen a otro creyente en este asunto, teniendo relaciones sexuales con su esposa,[b] porque el Señor toma venganza de todos esos pecados, como ya les hemos advertido solemnemente. Dios nos ha llamado a vivir vidas santas, no impuras. Por lo tanto, todo el que se niega a vivir de acuerdo con estas reglas no desobedece enseñanzas humanas sino que rechaza a Dios, quien les da el Espíritu Santo.

  1. La solución. 1 Ts. 4:9-10
  • El ajuste laboral. 1 Ts. 4:11-12



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