Salmos 136
“Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. 2 Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. 3 Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia. 4 Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia. 5 Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia. 6 Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia. 7 Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia. 8 El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia. 9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia. 10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia. 11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia. 12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia. 13 Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia; 14 E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia; 15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia. 16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. 17 Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia; 18 Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia; 19 A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia; 20 Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia; 21 Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia; 22 En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia. 23 El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; 24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia. 25 El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia. 26 Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia.”
Introducción:
- «Mateo Henry, el famoso autor del comentario que lleva su nombre, fue asaltado por unos ladrones que le robaron su cartera. Entonces él escribió lo siguiente en su diario: “Señor, ayúdame a estar agradecido; primero, porque nunca antes he sido robado; segundo, porque aunque se llevaron la cartera, no me quitaron la vida; tercero, porque aunque se llevaron todo lo que tenía yo, no era mucho; y cuarto, porque fui yo quien fue robado y no quien robó.”»[1]
- Muchas pueden ser las razones por las que podemos dar gracias, pero hoy nos vamos a enfocar en las buenas.
Proposición:
Cuando miramos hacia nuestro pasado sin Cristo, y contemplamos nuestro presente y futuro en Él, podremos darnos cuenta que todo es obra de Su Misericordia.
- Dar gracias es dar alabanza. 1
Alabar viene de la palabra hebrea yadah (יָדָה, 3034), que se podría traducir como “dar gracias, loor y alabanza”. Este es un vocablo hebreo muy común a todos los períodos y un término muy importante en el lenguaje de la alabanza.[2]
Se distingue de la otra palabra hebrea halal (הָלַל, 1984), «alabar, celebrar, glorificar, cantar, alardear» El sentido de «alabar» es, en efecto, la acepción de la forma intensiva del verbo hebreo halal, que en su modalidad activa simple significa «alardear». Este último sentido se encuentra en las formas cognadas del acádico antiguo, cuyos dialectos son las lenguas de Babilonia y de Asiria. En ugarítico, el vocablo tiene la acepción de «gritos» y tal vez de «júbilo». Encontramos halal más de 160 veces en el Antiguo Testamento y por primera vez en Gn 12.15, en donde se indica que, debido a la gran belleza de Sara, los príncipes del faraón la «alabaron» («la ponderaron») delante de él. [3]
- Dar gracias por Su Deidad. 1-3
- Dios es Bueno.
- Dios es Único.
- Dios es Señor.
- Dar gracias por Su Creación. 4-9
- Hizo todo con sabiduría.
- Hizo todo con detalle.
- Dar gracias por Su Liberación. 10-15
- Obró sobre el enemigo.
- Sacó a Su pueblo con poder.
- Derrotó a quienes querían el mal.
- Dar gracias por Su Cuidado. 16-25
- Guía al pueblo como Pastor.
- Destruye a todo aquel que quiere hacer mal.
- Ayuda en las aflicciones.
- Provee para las necesidades.
- Dar gracias por Su Misericordia. 26
En este Salmo, lo especial y único es que la segunda parte de cada uno de sus veintiséis versículos es la misma respuesta antifonal: «pues para siempre es su misericordia». Thomas Goodwin escribió: «si un “para siempre” no es suficiente, hay veintiséis en este Salmo».[4]
[1] Lerı́n, A. (2000). 500 ilustraciones (p. 82). El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones.
[2] Vine, W. E. (1999). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo (electronic ed.). Nashville: Editorial Caribe.
[3] Vine, W. E. (1999). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo (electronic ed.). Nashville: Editorial Caribe.
[4] MacDonald, W. (2004). Comentario Bíblico de William MacDonald: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento (p. 331). Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE.