Misiones

Anunciando de Aquel en la oscuridad

1 Pedro 2:1-10

“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, m porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”

Introducción:

  • ¿Se puede imaginar un mundo sin luz y en completa oscuridad?
  • ¿Se puede imaginar a un mundo en pecado sin la presencia de la luz de la iglesia y la Palabra de Dios?
  • ¿Se puede imaginar a un mundo sin la Luz admirable de Dios?

Propósito:

La iglesia fue separada del mundo para hallar la luz de Dios, pero con la responsabilidad de predicar de Aquel que los llamó por Su misericordia.

  1. Cada creyente ha gustado de la bondad de Dios. V. 3

El sacrificio de Cristo fue una manifestación de la bondad del Señor.

  1. Cada creyente puede entrar en la presencia de Dios. V. 4

Por medio de la obra de Cristo todos los creyentes podemos entrar en la misma presencia de Dios.

  1. Cada creyente puede adorar a Dios en Cristo. V. 5

Al ser convertidos en sacerdotes, cada creyente tiene la capacidad de adorar a Dios personalmente sin la necesidad de un mediador humano.

  1. Cada creyente puede confiar en la promesa de Dios. V. 6, 7

Es la obra de Cristo la que salva, y en esa verdad descansa nuestra confianza de salvación, por lo cual no seremos avergonzados.

  1. Cada creyente fue elegido para no ser separado de Dios. V. 8

Unos serán condenados por la falta de arrepentimiento, pero el creyente tiene la seguridad que no será enviado al infierno. No así los que no creen en Cristo.

  1. Cada creyente fue elegido para ser parte de la familia de Dios. V. 9

Por medio de Cristo, y nuestra fe en Él, todo creyente entra a formar parte de la familia de Dios, haciendo de nosotros personas de un linaje muy especial.

  1. Cada creyente fue elegido para ser parte del pueblo de Dios. V. 9

Al ser parte del pueblo de Dios, todos nosotros tenemos un papel que cumplir, y este es cumplir el rol que Israel no cumplió antes de la venida de Cristo por primera vez.

  1. Cada creyente ha llegado a conocer la misericordia de Dios. V. 10

Todo lo que somos es solamente por la misericordia de Dios. Cada creyente ha llegado a conocer la inmensa misericordia de Aquél que no quiso destruirnos en el infierno, sino que nos ha dado la oportunidad de ser salvos.

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