Hechos 1:6-9
“Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.”
Una de las razones más usuales que da un cristiano para no compartir su fe con otros es su falta de capacidad para hablar con otros. Esto se lo dice de diferentes formas.
– Es que no conozco lo suficiente.
– No he seguido ningún curso de evangelismo.
– No sé cómo hablar con otros.
La verdad es que todas estas excusas están enfocadas en nuestro deseo de ser capaces para compartir el evangelio, cuando nuestro enfoque debería estar en confiar no en nuestra habilidad sino en la suficiencia y capacidad de Dios.
Proposición:
Para poder cumplir con la tarea que Dios nos ha dado, tenemos que recordar que É nos ha dado de Su poder para cumplir la tarea.
I. ¿QUÉ CAPACIDAD TENEMOS PARA HABLAR CON AQUELLOS QUE TIENEN QUE SABER? Hechos 1:8a.
1. En los milagros.
a. Calmó una tempestad. Mateo 8:24-27.
b. Resucitó a Lázaro. Juan 11:43, 44.
2. En la salvación. 2 Corintios 5:17.
3. En la fortaleza que Dios da. 2 Corintios 1:8, 9.
4. En el mensaje del evangelio. Romanos 1:16.
II. ¿DE QUÉ MANERA TIENEN QUE SABER? Hechos 1:8b.
1. Compromiso.
2. Conocimiento.
III. ¿CUÁL ES EL MENSAJE QUE TIENEN QUE SABER? Hechos 1:8c.
IV. ¿QUIÉNES TIENEN QUE SABER? Hechos 1:8d.
V. ¿CUÁNDO TIENEN QUE SABER? 2 CORINTIOS 6:2.
VI. ¿POR QUÉ TIENEN QUE SABER?