Estudio de Salmos

Oración de confianza en Dios

22 de Julio del 2020

Salmos 4:1-8

“Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;
Ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,
Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah
Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;
Jehová oirá cuando yo a él clamare.
Temblad, y no pequéis;
Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah
Ofreced sacrificios de justicia,
Y confiad en Jehová.
Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?
Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
Tú diste alegría a mi corazón
Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”

¿Cuán grande es su tranquilidad de la noche al acostarse sabiendo que hay una crisis muy grande que afecta su vida, crisis que USTED NO la causó?

Los problemas en la vida, sobre todo las pruebas y las injusticias, siempre serán grandes herramientas de Dios para transformarnos. En esta vida tendremos aflicción dijo Jesucristo (Jn 16:33); pero comprender que esas pruebas “ensanchan” nuestra vida espiritual y nos ayudan a crecer en confianza es algo que no apreciamos con facilidad.

Todos quisiéramos una vida fácil y cómoda, llena de paz y tranquilidad; pero esa vida poco favorece nuestro crecimiento, al contrario, pueden llevarnos a un letargo espiritual que no ayuda. Spurgeon dijo esto, hablando de las pruebas: «Me temo que todo el provecho que he sacado de los tiempos cómodos y fáciles, y las horas felices, puede caber en la cara de un centavo. Pero el bien que he recibido de mis tristezas, penas y angustias es totalmente incalculable. ¡Qué es lo que no debo al martillo y el yunque, el fuego y la lima! LA AFLICCIÓN es el mejor mueble de mi casa».

David estaba siendo acusado infamemente, y sus enemigos injustamente estaban manchando la honra de su nombre (Sal 4:2). Pero David sabía que Dios escucharía su clamor, pues Él escucha al piadoso, y cuando a Él clamaba, estaba seguro de que Dios lo oía y le haría “justicia” (Sal 4:1, 3).

Al mismo tiempo, David amonesta a sus enemigos a no airarse en vano ante él y pecar inapropiadamente. El término “temblad” (רָגַז “ragázH7264) en el contexto hebreo puede traducirse como sacudirse o estremecerse con enojo, alborotarse (Sal 4:4). Por razones no descritas en el Salmo, los enemigos de David estaban terriblemente molestos, a lo cual, el piadoso salmista los llama a reconsiderar su enojo en la quietud de la “cama” y calmarse, para que no pequen (Comp. Ef 4:26). Cuanta gracia y misericordia manifestada por este hombre de Dios en favor de sus adversarios, características de las cuales debemos aprender todos.

La presencia de Dios y nuestra confianza que Él vela por nuestra vida y nos escucha en medio de la angustia es lo que llena nuestra vida de verdadero y profundo gozo (Sal 4:7); el Señor es Quien nos traerá luz de justicia (Sal 4:6), y esa esperanza nos permitirá acostarnos y dormir en paz, pues Su Persona nos hace “vivir confiado” (Sal 4:8).

¿Qué es lo que le aflige o atormenta? Si usted está en paz con Dios, no hay nada que deba quitarle un profundo y pacífico descansar.

«Gracias Señor por velar y traer paz y justicia a quienes en Ti perseveran»

Salmos 118:5

“Desde la angustia invoqué a JAH,
Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.”

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